miércoles, 19 de noviembre de 2008

Aikido

Simplemente quede con la boca abierta, no supe como expresar o decir lo que sentí en el momento en que ví por primera vez una técnica de Aikido, la primera vez que fui a ver a Aikikai Chile tenia 17 años, fue un amor a primera vista pero fue claramente un amor tortuoso.
En ese tiempo practicaba karate, y me gustaba (y me gusta) mucho, siempre disfrute las prácticas y claramente el arte marcial iba afectando mi vida sin darme cuenta o tener noción de ello.
Un dia un amigo de práctica me dijo "oye viste Nico", ¿y que es eso? - respondí. Es una pelicula re buena ,esta increible.
Me quedo rondando la pelicula, en ese tiempo dedicaba muchas HH (Horas Hombre) a ver peliculas de artes marciales, hubo de todo, desde Ninja Americano hasta Blood sport (traducida extrañamente como el gran dragon blanco), claramente escribire de esas "notables" peliculas en otra ocasion.
El asunto es que como usuario de Errol's (que viejazo) un dia encontre la susodicha pelicula y me la lleve a casa para verla, y la verdad, además de que es como la mejor o una de las mejores películas de Steven Seagal, me quede pegado con el inicio, como olvidar a Seagal sentandose con cara de pocos amigos, separando la hakama y realizando el saludo al kamiza, y luego las tecnicas relampago que dejaban al adversario noqueado sin que el lo supiera, un festival de huesos rotos y exactitud marcial.
Jamas habia escuchado siquiera mencionar la palabra "Aikido", por lo que cuando escuche por primera vez esa palabra fue como si me hablaran de otro planeta, al ver Nico fue encontrar algo que jamás pense que existiera, el enamoramiento comenzo.
Luego me encontre con la segunda sopresa ¡En Chile habia un lugar donde se hacia Aikido!, Aikido Aikikai con el maestro sensei Jorge Rojo, decidí hacer una expedición a este lugar para ver una clase.
Por circunstancias de la vida se fue dilatando la visita, hasta que un dia me hice el tiempo y fui a mirar, debo decir que al entrar tuve una sensacion de inquietud, pude pasar a mirar y la verdad fue descubrir un nuevo mundo, al ver los movimientos de Sensei Jorge fue una iluminación, nunca pense que existían técnicas semejantes, quede fascinado con ellas ya que parecían magicas, al salir tenia claro lo que quería hacer.
Pero no era tan sencillo, llevaba mucho tiempo haciendo Karate y era bueno, sentí que el solo pensar en dejar el Karate era traicionar a mi maestro, la culpa empezó a penetrar en mi mente, debo decir que yo me autocensure y finalmente deseche la idea.
Aun asi el bichito ya estaba y durante mucho tiempo iba a ver de vez en cuando las clases,siempre me causaban la misma impresion de armonía y equilibrio, hasta que pude volver a hacer artes marciales, tenia 30 años si no me equivoco.
Costo mucho sacarme, o mas bien, guardar el Karate en un cajon, educar mi cuerpo nuevamente, entender los conceptos detras de las técnicas, fue renacer, el Aikido fue trayendo poco a poco balance y equilibrio a mi vida, me sano, y creo que en cierta medida le debo hasta la vida.
Hoy practico frecuentemente, aun tengo mucho por aprender y eso me alegra por que para mi el Aikido es como una caja sin fondo, llena de sopresas y conocimiento, tratare de seguir la senda de la armonia, como ven hay amores que cuestan, pero el que busca encuentra,yo encontre mi camino.

martes, 4 de noviembre de 2008

Conflictos

Era definitivamente mas rapido que yo,habia entrenado mucho y me habia convertido en un toro, muy fuerte, pero muy lento, Sergio en cambio era flaco y rapido, sus puños huesudos golpeaban una y otra vez mi cuerpo, al contraatacar era como intentar golpear humo, se desvanecia en el aire lo que me creaba un profundo sentimiento de impotencia y rabia al no poder conectar ningun golpe.

Fue una paliza, no pude tocarlo practicamente y por cada golpe que alcanzo a rozarlo el me dio 10, el combate no terminaba nunca y parecía que iba a durar para siempre, de pronto la orden final, nos saludamos y me voy con la impresion de no haber podido hacer nada, de ser un fracaso, humillado me doy una ducha fria tratando de aclarar mi mente y pienso, ¿que paso?, ¿que fue?, ¿que hice mal?

Creo que esa pregunta me la he hecho en miles de contextos diferentes, a veces pareciera que uno se topa con situaciones o gente conflictiva, queriendo o no queriendo, barreras que parecieran imposibles de traspasar, muros gigantes y situaciones que parecieran no tener ninguna solución se nos vienen a la mente sin mucho esfuerzo, nuestra vida esta plagada de estos momentos, solo es cosa de recordar.

Y como enfrentar lo imposible, como encontrar la solucion a problemas gigantescos que parecieran no tenerlos, nosotros a veces nos auto ofrecemos una vision de la vida en negro, lo que dificulta el tomar decisiones o ir hacia adelante, lanzamos el ancla por la borda y nos quedamos anclados en el dolor, en el problema, en el conflicto.

Me gusta mucho una frase que sale en la pelicula "Corazon Valiente", es al principio, el papa de William Wallace dice en una reunión "no tenemos que ganar la batalla, solo tenemos que presentarnos", y creo que esa frase tiene mucho sentido, no en la linea de estar perdido, sino de tomar acciones que me permitan enfrentar ese conflicto de la mejor forma, sin prejuicios y sin acciones previas que me predefinan.

Es complejo por que estamos acostumbrados a atacar sin medir, a pasar por arriba sin ver, lo cual finalmente lo unico que crea es mas resentimiento, mas conflicto, mas oscuridad.
Despues de la ducha fria decidí cambiar mi entrenamiento, si bien seguí ejercitandome para generar fuerza tambien comenze a practicar ejercicios que me permitieran ser mas veloz, fue difícil al principio el ser mas veloz, pero poco a poco la velocidad fue aumentando hasta que pude llegar a no pensar el golpe, solo a desatarlo, unir cuerpo y mente en uno, deseo y accion sin separacion.
Por cosas de la vida volvi a combatir con Sergio, pero tenía una leccion aprendida por lo que me medi, no desate el golpe y simplemente me abri al combate, el resultado es que gane sin complicaciones, pero ojo, para ganar tuve que perder, tuve que pasar por un proceso, y eso se aplica no solo a las artes marciales sino a la vida misma.

Por ultimo y lo mas importante, los conflictos no se resuelven de a uno, siempre hay un otro que puede tener una vision o una película diferente, como artistas marciales conocemos esa conexión, y es en ella donde reside la solucion de cualquier conflicto, en la union honesta y perfecta de dos voluntades que deciden construir.